13 nov 2009

Transitos en Monterrey



Que onda con el desmadre en la dirección de Transito de Monterrey? Pobres cabrones, bien dicen que el hilo se revienta de lo mas delgado, no es que este a favor de estos gueyes pero habría que escucharlos a ver si empinan a alguien de mas arriba, de que sirve que corran a todos los tránsitos mordelones si a los gueyes a los que les llevaban la lana aun van a seguir de jefes? ó apoco jalaban nomas por su cuenta? Al rato esa gente va a seguir pidiéndole a los nuevos que lleguen o a los que queden y sera otra vez el mismo pedo, y aun si limpiaran tooodo Transito de Monterrey seria suficiente para que no hubiera corrupción? Tendríamos que cambiar nuestra mentalidad totalmente, cosa que veo muy difícil; estamos acostumbrados a que nos paran por ir a exceso de velocidad y lo primero que hacemos es ofrecerle una lana al transito, o que no nos agarren con unas cheves encima por que ya nomas vemos que nos paran y pos a sacar el billete, cuanta culpa tenemos nosotros? Ya me imagino a todos los Regios que detengan por cualquier infracción de aquí en adelante " Si Sr. oficial me excedí de copas e iba a alta velocidad en esta zona escolar, infraccioneme por favor y recoja el vehículo, me lo merezco" Ja ja ja ya mero...
Primero tendríamos que respetar los limites de velocidad,usar el cinturón y no manejar ebrio o grifo por convicción (nostoyencontradelamariguanitanidelalcoholnomaspartetetumadresoloynoarriesgueslavidadeotros)
y no por miedo a la infracción.
Y POSDATA: SR LARRAZABAL Y LA BIBLIOTECA APA?

8 nov 2009

Adios Mi Muchacho


Toy super triste, chale ya vendí mi muchacho (asi se llamaba mi vochito), cuanto no vivi en ese carrito, me la pasaba mas en el carrito que en mi casa, lo vi alejarse con su nuevo dueño y casi casi se me salian las de cocodrilo, sentia el sobre del dinero en mi bolsillo, y era como un recordatorio de que habia traicionado a un gran camarada, y todo por un carro mas grande, de modelo mas reciente.
Y se me hace que el vochito me maldijo, hoy el carro chido se me quedó tirado y a ese no se ni que chingados moverle, abrí el cofre y me quede como pendejo nomas viendo el puto motor, en mi vocho con una llave de media, unas pinzas y un desarmador hacia maravillas...
Ni modo se me hace que voy a vender este carro pa comprarme otro vocho... te extraño Muchacho!

29 jun 2009

Humildad

Cuanto tiempo sin escribir, y cuantas cosas han pasado, lecciones de humildad, lecciones en las que uno aprende lo vulnerable que somos y que las cosas materiales son solo eso, te aferras tanto a lo que tienes que a veces es necesario que pasen ciertas cosas como recibiendo un par de bofetadas y te des cuenta que hay cosas mas importantes en esta vida.
El año pasado después de estar pagando renta por fin me dieron el crédito para mi casita, ilusionado traslade todas mis cosas con las que trabajo, la acondicione lo mejor que pude, tratando de que quedara lo mas segura posible, debido a que las cosas con las que contaba eran mi fuente de ingresos, mi equipo de serigrafía, mi equipo de computo y todo lo que requiero para desempeñar mi oficio; fue un duro golpe llegar un día y encontrar la puerta rota y la casa vacía, de la noche a la mañana me había quedado sin nada, hasta algo de ropa que tenia aun empacada, coraje, impotencia, y un sentimiento de querer partir madres a no se quien, sobre todo al ir a levantarla denuncia y ver que no te hacen caso, darte cuenta que no había manera de recuperar mis cosas que había hecho con mucho sacrificio después de años de trabajo, en un abrir y cerrar de ojos ya no tenia nada... Después de un mes, aun no me recuperaba del incidente, volvieron a entrar, esta vez habían tumbado una ventana con todo y protectores, ahora se llevaron lo que quedaba de ropa, pero ya no me enoje, solo respire y me dio risa, me senté afuera de la casa y llore. Y platique con Dios como cuando era niño, le pedí perdón por mi ausencia, y le di gracias por hacerme el favor de no encontrar a nadie dentro de mi casa en las dos ocasiones, por que de haberme encontrado con estas personas no se que hubiese pasado. Gracias a este hecho me di cuenta que tengo muchisima gente que me aprecia y que siempre están para darme la mano, gente que ni siquiera sabia que podía contar con ellas. Después de eso y tal vez por el coraje, la mortificación, etc... Me dio una crisis severa de colitis, he bajado doce kilos de peso, pero me recupero, hoy me doy cuenta lo vulnerable que somos, que la vida te puede cambiar en un dos por tres, sin embargo lo ultimo que muere es la esperanza.

7 jul 2007

Isaac

Isaac

Mátenme por que me muero

Mátenme por que no puedo...

Esta enfermedad es incurable

Esta enfermedad ni con un valium…

Caifanes

Al parecer la ausencia de color en el día tan solo era perceptible a sus ojos. Trataba de hablar lo menos posible ya que cuando lo intentaba le escurrían esas estúpidas lágrimas; la sensación de tener algo atorado en la garganta era insoportable, siempre con los ojos inundados apunto de estallar.

Empezó a llover, sin viento, sin relámpagos; las gotas resbalaban lentamente sobre los cristales del camión. Decidió bajarse unas cuadras antes de llegar a su destino, deseaba caminar y que el agua empapara su cuerpo, quizás con la esperanza de que la lluvia lavara todas sus frustraciones. Procurando no hacer ningún gesto dejó que sus lágrimas salieran y se confundieran con la lluvia que caía sobre su rostro.

Isaac caminaba sin evitar los charcos, la gente corría sin prestarle atención, sus viejas botas se agrietaban a cada pisada. Cuanto las odiaba, las había empezado a odiar cuando estuvo trabajando en la fábrica de focos para pagar los gastos de su carrera. Una gran parte de sus compañeros solo habían terminado la secundaria, el había decidido estudiar una carrera profesional, así que a la edad de catorce años ya trabajaba y se costeaba sus estudios. Aun y cuando en su casa jamás se sintió apoyado si lo bastante agradecido con el hecho de que no se lo prohibieron. Sonrió al recordar la cara de su padre al darle la noticia de que quería seguir estudiando.

Si quieres seguir estudiando pos estudia, pero ya estas bastante grandecito y un dinerito extra pa la casa nos serviría de mucho y... pues la verdad mijo no estamos en condiciones pa seguir pagando mas escuela.

Pero si me van a dar una beca en la Uni jefe. Le decía Isaac

¿Y los libros que; Te los van a regalar?

Voy a entrar a jalar para ayudarle con algo de lana y por la noche iré a la prepa, no se apure por eso jefe.

Mmm pos entonces tu sabrás como hacerle mijo.

Desde que tenía memoria Isaac recordaba que en la televisión, el periódico, la radio, siempre decían que el índice delictivo en su barrio era el mas alto, que una gran mayoría de los jóvenes que ahí vivían solo terminaban la educación media, que morían de manera violenta antes de cumplir los treinta y que los que lograban sobrevivir jamás se integraban a la sociedad por sus adicciones a la drogas.

Siempre procuro romper con esas estadísticas y algo que lo ayudó mucho fue que nunca se le olvido lo que dijo un maestro el primer día de clases al entrar a la secundaria.

¿Cuál es tu nombre? Isaac profe

¿Y de que escuela vienes Isaac? De la Ricardo Flores Magón

¿y cual fue tu promedio? Siete profe

El profesor movió la cabeza negativamente. ¡Tu no vas a terminar la secundaria, se acercó y le susurró al oído. ¡Me corto un guevo si llegas a tercero!

Sin quitar la sonrisa de burla continúo con una compañera que se notaba nerviosa

¿ Y tu? Yo que profe, contestó tímidamente la alumna.

¡Con que promedio terminaste la escuela atolondrada!

Con la esperanza de que le dijera que ella si acabaría la secundaria le contesto.

Con ocho profe.

El profesor volvió a mover la cabeza negativamente.

¡No pues si, con ese promedio tu si vas a salir de la secundaria...(la compañera sonreía complacida)

¡Pero embarazada!

Sus compañeros comenzaron a reír al igual que el maestro, a ella solo se le pusieron los ojos vidriosos pero se aguanto el llanto.

Isaac cada que tenía exámenes recordaba todo eso y se daba ánimos. No era un excelente estudiante, pero sus calificaciones mejoraron en comparación con el promedio con el que terminó la primaria, aunque tenía que esforzarse el doble que los demás para obtener buenas calificaciones. Así termino la preparatoria y para cuando se dio cuenta ya había terminado la carrera de administración. Hacía dos años de eso y estaba sin empleo, en su casa les habían cortado la luz por falta de pago; había acudido a la embajada con la idea de sacar una beca para una especialización en le extranjero, pero tan solo le daban el treinta por ciento de esta y además le pedían el noventa por ciento de ingles.

Se había cansado de luchar, ya no le importaba demostrar que las estadísticas sobre su barrio estaban equivocadas, pues lo quisiera o no ya formaba parte de ellas.

Había dejado de llover justo a unas cuadras antes de llegar a la tocada, esta vez sería en un viejo gimnasio de duela podrida donde alguna vez llegó a practicarse basketball, ahora lo rentaban para este tipo de eventos.

La acústica era pésima, en ocasiones no llegaba a apreciarse nada de lo que se estaba tocando, pero eso era lo que menos le importaba a Isaac. No traía dinero pero se las ingeniaría para entrar. Afuera podía verse a la gente congregada esperando el gran ritual; todos con sus mejores disfraces. Caminó entre los que ya hacían fila para entrar, la camisa de Isaac era blanca con estampado de flores rojas, contrastaba con la imagen postmo de todos los ahí reunidos.

La gran mayoría con tatuajes de símbolos oscuros, mientras que Isaac solo llevaba tatuado en el antebrazo un albatros en vuelo con la leyenda en ingles free bird.

Se acercó al de la puerta y sacó un casette de un viejo grupo de punk ingles, se lo ofreció a cambio de que lo dejara entrar, el tipo se hizo del rogar un rato, hasta que por fin lo tomo y lo dejó pasar. Había dado inicio el grupo abridor, muchos observaban, otros simplemente se paseaban por el local; Isaac era uno de ellos. No puso atención al que ladraba por el micrófono, se limitó a observar los rostros de los ahí presentes. El piso se empezaba a ser tapizado de vasos desechables, tomó uno del suelo y se paró al lado de la ventanilla por donde vendían la cerveza, ahí estuvo parado hasta que vio a la persona indicada; era una chica muy delgada con pelo de morticia y una imagen de darky de catalogo que no podía con ella.

Me das un traguito? Dijo Isaac mientras ponía su vaso, ella no contesto solo le vació su vaso un poco mas de la mitad, se la hubiera vaciado toda de no ser por que este le dijo que era suficiente.

¡Anarquía y cerveza fría! Mientras decía esto levantando su vaso Isaac dio un gran trago y la chica solo lo observaba y sonreía tal vez sintiéndose una gran “activista”.

Isaac trataba de disfrutar la cerveza al máximo ya que sabía hiba a ser difícil conseguir otra. Después de terminarla se dirigió al baño, estaba orinando cuando vio a unos tipos que espulgaban algo de hierba que traían en un periódico; se abrochaba el pantalón cuando uno de ellos le dio unos golpecitos en la espalada y le ofreció una pastilla, Isaac saco la lengua para que se la pusiera en ella, se lavó las manos y bebió agua para después reunirse con ellos que ya habían forjado y encendido un cigarro de muy buen tamaño. Así sin conocerse, sin hablarse, compartieron la droga; igual que llegó salió del baño sin despedirse. Se sentía flotar en una gran nube, solo que las ganas de llorar, de gritar le eran imposible de controlar y el caótico ritmo le sugería todo eso junto.

Se abrió paso y entro directo al moshpit que daba inicio.

“Salario mínimo al presidente pa` que vea lo que se siente”

“Salario mínimo a don Fidel a ver que chingaos compra con el”

Vomitaba el vocalista de las “Cabezas Podridas” y coreaban todos atropellándose unos a otros.

Para Isaac el Slam representaba a la vida misma, dabas y recibías golpes, aunque aquí era mucho mas facil solo era cuestión de ponerse listo y daba más golpes de los que recibía.

No supo si fue por la combinación de droga, cerveza y su estado de animo lo que le hacía sentir esas enormes ganas de acabar con todo y con todos, danzaba al ritmo de la música, se habría paso entre el gran slam con codos y rodillas, algunos caían frente a el, mientras que otros los ayudaban a incorporarse Isaac trataba de pisotearlos.

Llegó a la tarima y subió a ella, escaló los bafles, la música no paraba, sin pensarlo dos veces voló por el local extendiendo sus brazos, fue y estrello su cráneo con dos tipos que danzaban abrazados, los tres rodaron por el suelo, Isaac se paró como impulsado por un resorte para continuar su carrera; ahora gritaba y lloraba vomitando toda su frustración, un hilillo de sangre resbalaba por su rostro, poco a poco se fue haciendo mas grande hasta que su cara se cubrió de rojo. La cabeza le daba vueltas, se desplomó segundos antes que terminara la canción. Ya en el suelo lloraba a grito abierto, comenzó a vomitar y su cuerpo a convulsionar; lo arrastraron a un rincón, la tocada continuaba, Isaac ya no se daría cuenta de nada.

Despertó cuando sacaban el equipo de sonido del lugar, apestaba a rayos, la camisa empapada en vomito y sudor, al igual que el pelo, se quitó la camisa y fue a enjuagarla al baño, se lavó la cara y salió a la calle. Le dolía mucho la cabeza por la herida y por que el efecto de lo que se había atascado se se le había pasado, se sentía peor de cómo había llegado. Ya en la calle busco un teléfono público y marco un número.

Hola, necesito verte.

Por favor habla después, es muy tarde y me duele la cabeza.

Pensé que habías dicho que podíamos ser amigos.

¡Si lo dije! Habla después ¿ok?

El click al cortarse la comunicación le sonó peor que el crash de su cabeza estrellándose contra la de los otros tipos, incluso le dolió mas.

Camino un rato un rato, no sabía que hora era, pero el tráfico en las calles era escaso; vio venir el camión, se busco en los bolsillos de su pantalón y solo encontró un peso; le hizo la señal para que se detuviera y subió, le dio el dinero al chofer.

Te falta, con esto no completas.

Es todo lo que traigo.

El chofer hizo una mueca de disgusto y acelero la marcha. Isaac caminó por el pasillo, vió a dos chicas que cuchicheaban y reían, no supo si de el pero su reacción no se hizo esperar,

Les pateó el asiento por la parte de atrás. “¡Pinche par de fresas proletarias a burlarse de su puta madre!”

Ellas corrieron asustadas a refugiarse en los lugares de adelante, cerca del chofer, Isaac se quedó parado en medio del pasillo tomado del pasamanos, los escasos pasajeros hicierón como que no vieron nada, solo el chofer le sostuvo la mirada por el espejo retrovisor, ambos con cara de partámonos la madre hasta que el chofer decidió ignorarlo encendiendo la radio y subiendo el volumen a un viejo corrido norteño.

Llego a su barrio, las paredes llenas de graffiti le daban la bienvenida. No entendía como la gente hablaba de la inseguridad de estas calles, cuando a el lo hacían sentir todo lo contrario. En la esquina estaban los mismos de siempre.

Buenas noches licenciao. Le dijo uno de ellos en tono burlón. Isaac se detuvo a saludarlos, había uno que estaba tirado en el suelo inhalando de un bote de cemento, Isaac se agachó y tratando de quitarle el bote le dijo

A ver compi rola tantito.

El tipo se hizo nudo en el suelo, tiró manotazos negándose a compartir, los demás rieron de la actitud de este. Isaac le arrebató el bote, le dio unos pomazos para después emprenderla a patadas contra el pobre guiñapo hasta que los demás intervinieron.

¡Déjalo guey no seas culero!

Isaac ya no les contestó, se alejó inhalando el pegamento.

No había avanzado ni dos cuadras cuando los tipos con los que había estado pasaron corriendo junto a el, al voltear para ver el motivo por el cual corrían, vio a los del operativo acercarse a caballo, soltó el bote y hecho a correr, brincando bardas y techos llegó a su casa, entró por el patio, aun podía escuchar el galope y los gritos de las señoras rogando por que no se llevaran a sus hijos. Cerró la puerta y se recargó en la pared, resbaló hasta quedar sentado en el suelo, estuvo disfrutando de la oscuridad hasta que se acostumbró a ella y pudo distinguir algunas cosas en la habitación, un machete resaltaba de todo lo demás, o al menos a el le llamaba mucho la atención, siempre lo mantenía limpio, le daba filo de vez en cuando; lo había heredado de su padre y este de su abuelo, no dejaba que nadie lo usara, lo tenía colgado de un clavo sobre la pared, la luz de la luna entraba por la ventana, el machete daba hermosos destellos brillantes, Isaac lo tomó y comienzo a acariciarlo, pasó su dedo índice por el filo, se cortó y lamió la sangre de su dedo. Su mente se fue hacia el pasado, se vio en el rancho de su padre con toda la familia, su madre preparaba la carne para asar, sus hermanos corrían de un lado a otro persiguiéndose felices, su papá cortaba leña con el machete, el sentado observándolo de cerca, muy pero muy de cerca, su padre estaba molesto, le decía que se quitara de ahí por que le podía dar con el machete, Isaac no hacía caso, su padre le insistía una y otra vez sin dejar de cortar leña, en una de esas tantas veces

Por estar quitando a Isaac, se dio con el machete justo en el dedo gordo del pie y como su padre tenía la costumbre de andar en huaraches la sangre fue a dar al rostro de Isaac, su papá abrió mucho los ojos y se desplomo, la camiseta de Isaac se llenó de rojo, quien sin miedo alguno tomó el dedo del suelo y se lo llevó a su madre que hizo un gran escándalo, el ya no supo que hacer, la mañana se arruinó y todos corrieron al hospital.

Los vecinos tumbaron la puerta al escuchar gritos, encontraron a Isaac con el machete en la mano izquierda, la derecha estaba en el suelo destrozada, solo se apreciaba un bulto uniforme, Isaac tenía la mirada clavada sobre la pared como queriéndole dar forma o encontrale significado a las figuras abstractas que se formaron con su sangre, parecía la obra de algún loco artista de la plástica postmoderna.

Pancho Salinas

18 mar 2007

¿Que necesitas que pase en tu vida para saber donde te duele?

Escuchaba la novena sinfonía de Bethoven sin saber de quien se trataba, había encendido la radio por inercia cuando una patrulla de la policía de caminos le pidió que se detuviera. Se miró en el espejo retrovisor, tenía los ojos inyectados a consecuencia de manejar toda la noche y el labio inflamado a punto de reventar le impedía cerrar la boca.

Le preocupaba el no sentirse preocupada, se escuchaba estúpido pero así era; en verdad lo había disfrutado, aunque tal vez no hubiese sido necesario hacérselo a los dos, pero si ya había empezado con uno ¿Al otro por que no?

¡Mierda y mas mierda! 

¿Donde había quedado esa intuición de la que tanto presumían todas las mujeres?

Si bien lo había dicho el jotito de los horóscopos. 

“Virgo, conflictos con tu pareja y en tu trabajo, procura no salir a la calle, si lo haces, ¡Cuidado con los buitres!”

Todo estaba tan claro, debió sospecharlo esa mañana al levantarse y no encontrar la báscula ula de cabecera donde la había dejado, o al desprendérsele el tacón al salir de casa y tener que regresar a cambiarse.

Llegar al trabajo y encontrarse con la sorpresa de que el contrato había sido cancelado a media quincena. Solo a ella pudo haberle pasado.

¡Pero vamos no todo podía ser tan malo, una edecán como ella que había cursado infinidad de talleres motivacionales, marketing, mindfullnes, etc, etc, etc... No debería ser tan negativa, ver el lado positivo de las cosas, vive el ahora, se dijo. 

La habían liquidado muy bien y tendría toda la tarde libre ¿Qué mejor que unos buenos apapachos de su amorcito?

¡Pinche pocos guevos! ¿Como podía hacerle esto a ella? Dar por terminada la relación por teléfono, y precisamente en ese día ¿Por qué, que había hecho mal? 

Tal vez se dio cuenta de sus doscientos gramos más de peso.

-“No bebe, solo que todo se ha vuelto tan rutinario, ya no me divierto igual... Sorry”-

Divertirse, al parecer era lo único que le interesaba, ¡Puerco egoísta! 

Viéndolo bien siempre fue un egoísta, siempre el, primero el, todo para el. Como le hubiera gustado gritarle que mientras el se derretía entre sus piernas a ella no lograba hacer sentir nada, el se limitaba a satisfacerse, era como verlo masturbarse encima de ella ¿Acaso creía que eso era divertido? La diferencia era que ella si lo amaba. Solo a una tonta se le ocurría seguir en la calle, pero con todos estos sucesos lo que menos deseaba era regresar a casa y ponerse a llorar, para después amanecer con grandes ojeras al otro día, por eso no lo pensó dos veces cuando el cara de sapo y su compañero la invitaron a subir a la camioneta, unas cuantas cervezas gratis le caerían muy bien.

Después de haber vagado con el estéreo a todo lo que da, el cara de sapo se estaciono a la orilla de aquel lago.

Voy a echarme una medalla, dijo su compañero y se perdió entre los matorrales.

Al fin solos, dice cara de sapo mientras le recorre el muslo con su mano regordeta.

¿Que te pasa? Respinga Atena con indignación, ¿Acaso crees que por unas cervezas ya tienes derecho a manosearme?

¡Pos gratis no fueron mamacita!

Pues si es por eso te las pago y aquí que muera! 

Atena intenta tomar su bolso, cara de sapo la abraza, la aprieta, recorre su cuello, ella comienza a ceder.

¿Ya ves que te cuesta? La toca con lujuria por encima de la ropa, hasta que torpemente intenta desabrocharle la blusa.

Atena cierra los ojos y se traga el coraje, con que gusto le arrancaría los guevos. Poco a poco ella desliza la mano hasta su bolso, mientras cara de sapo, lame, muerde, babea extasiado. Atena saca un botecito de spray para el pelo, segundos después cara de sapo grita, se revuelca, restregándose los ojos, Atena lo patea, derribándolo de la camioneta. Aún no terminaba de contemplar la escena cuando siente un jalón en su rubia cabellera, un puño en su rostro, y el otro cerdo está encima de ella. 

Por mas que intenta defenderse, no puede, se siente aturdida. Araña débilmente cierra las piernas, el la muerde, la golpea en el rostro, pareciera que entre mas resistencia pone, el más as se excita. 

Atena yace encima del asiento de la camioneta, las puertas abiertas, y el tipo mas flaco y horrible del mundo se mueve encima de ella, el cara de sapo aún n se restrega los ojos en el suelo, Atena observa el cielo ya sin luchar, decide aislarse en ese mar de estrellas. El flaco se deshace de placer.

No que muy perra pinche golfa, lo que te hacía falta eran unos buenos madrazos

¿Qué te parece el pinche flaquito verga gorda?

La guantera yace abierta, Atena descubre con la mirada una pistola y dá gracias a Dios al hecho de que no la utilizaran en su contra. 

¡Pero que chingados! se dice así misma. 

¡Bang! 

El flaco salta de la camioneta y termina en el suelo, Bang, otro y otro de mas cerca.

El flaco ya no se mueve.

Cara de sapo aun restregándose los ojos pregunta que es lo que pasa, los ojos le lloran y la vista le resulta borrosa, siente la pistola entre sus piernas, después un estallido y algo caliente que escurre entre las piernas, aulla como un perro, de los otros disparos en su cuerpo ya no se daría cuenta.

Clic, Clic, Clic; el frágil dedo De Atena Aun sigue pegado al gatillo. Había vaciado la carga completa.

¿Podría Bajar el volumen a su radio y mostrarme una identificación por favor? Iba a exceso de velocidad señorita. Dice sonriente Mr. Ray Ban recargado en la ventanilla de la pick up

¿Si? No me di cuenta oficial, Atena hace como que busca en la guantera. 

Mr. Ray Ban no disimula su lujuria observando la belleza de las piernas que intencionalmente deja al descubierto.

Atena toma la pistola, pero es difícil sorprender a Mr. Ray Ban.

Para cuando ella voltea con la pistola, Mr. Ray Ban ya había desenfundado la suya y se le a borrado la sonrisa

¿Pero quien podría sonreír con una pistola apuntando directo a tan costosos lentes? Sobre todo si se traen puestos.

Tranquila chula, cualquiera que sea tu problema podríamos arreglarlo.

No soy chula pendejo, soy Atena.

Mira Atena, dejame ayudarte...

Shhh callate perro de mierda, ¿Ya se te quito lo caliente?

Mr. Ray Ban esta perdiendo la paciencia.

Suelta la pistola, no me obligues a...

Atena sonrie llorando, sin dejar de apuntar al policía con firmeza.

Mr. Ray Ban sentencia:

Escucheme bien Atena, es la ultima vez que se lo voy a pedir, voy a contar hasta tres y va a soltar su arma...

Atena lo interrumpe con coraje reflejado en sus palabras y empieza a contar antes que el oficial de policía.

Uno,dos,tres ...